El TS reconoce la legitimación de UGT y CCOO para impugnar el despido de repartidores autónomos que hizo una empresa de Uber tras la ‘Ley rider’
Dispone también que se tenga por ampliada la demanda contra la mercantil Uber System Spain SL. Foto: Ricardo Rubio/EP

El TS reconoce la legitimación de UGT y CCOO para impugnar el despido de repartidores autónomos que hizo una empresa de Uber tras la ‘Ley rider’

Estima el recurso de casación interpuesto por UGT y CCOO y anula la sentencia de la Audiencia Nacional que les negó la legitimación activa para impugnar los despidos
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29/7/2022 06:50
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Actualizado: 29/7/2022 07:49
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El Tribunal Supremo (TS) ha dictado una sentencia en la que reconoce la legitimación activa de los sindicatos UGT y Comisiones Obreras para demandar a Portier Eats Spain, empresa del grupo Uber, por el despido de repartidores autónomos tras la entrada en vigor de la ‘Ley rider’ el 12 de agosto de 2021.

El Pleno de la Sala de lo Social concluye que reconocer legitimación a los citados sindicatos «implica conjurar un peligro cierto de indefensión de las personas afectadas, ya que la negativa a admitir tal legitimación haría imposible una impugnación de la decisión colectiva empresarial que podría calificarse como constitutiva de un despido colectivo llevado a cabo sin seguir los trámites del artículo 51 del Estatuto de los Trabajadores”.

Así, estima sendos recursos de casación interpuestos por UGT -asistido por el abogado Bernardo García Rodríguez– y por CCOO -representado por el letrado Armando García López-, y anula la sentencia de la Audiencia Nacional que el pasado 17 de enero les negó la legitimación activa para impugnar los supuestos despidos.

El Tribunal Supremo dispone también en su resolución que se tenga por ampliada la demanda contra la mercantil Uber System Spain SL.

Además de declarar la nulidad de actuaciones, el TS ordena la reposición de las mismas al momento de la propuesta de la prueba documental formulada por los demandantes, que se admite, debiéndose dictar por la Audiencia Nacional las disposiciones necesarias para que sea practicada, siguiendo el procedimiento por sus trámites, con citación a juicio y posterior sentencia en la que dicha Sala, con plena libertad de criterio resuelva las cuestiones planteadas por las partes.

La sentencia, dictada el pasado 20 de julio (684/2022), la firman los magistrados María Luisa Segoviano Astaburuaga (presidenta), Ángel Blasco Pellicer (ponente), Rosa María Virolés Piñol, Antonio V. Sempere Navarro, María Luz García Paredes, Concepción Rosario Ureste García, Juan Molins García-Atance, Ricardo Bodas Martín e Ignacio Garcia-Perrote Escartín.

LOS HECHOS

El Supremo explica que, según los hechos probados, la empresa demandada envió a los repartidores varios mensajes, a través de la plataforma digital Uber Eats, en los que les comunicaba que no iban a recibir más peticiones de reparto y que sus cuentas se habían desactivado, por lo que un número indeterminado de personas que hasta la fecha realizaban esas labores dejaron de poder acceder a la realización de dichas funciones.

UGT y CCOO presentaron demanda contra la empresa al considerar que esa actuación debía ser considerada como un despido colectivo, aplicado por la vía de hecho.

La Audiencia Nacional estimó la falta de legitimación de los sindicatos demandantes alegada por Portier Eats Spain y rechazó la demanda.

ESTABAN ACTIVAMENTE LEGITIMADOS PARA IMPUGNAR EL DESPIDO COLECTIVO

El Tribunal Supremo subraya que es posible reconocer que los sindicatos demandantes estaban activamente legitimados para impugnar el despido colectivo de hecho al que se refiere este procedimiento, en la medida en que, por un lado, cumplen con el denominado “principio de correspondencia”, que implica realizar la finalidad legal de que la representación que se exige en el proceso es la que corresponde a los trabajadores afectados por el mismo; y, por otro, es posible reconocer que se cumple la exigencia legal de la “implantación suficiente” que los propios sindicatos poseen en el ámbito del despido colectivo.

Los magistrados explican que en el ámbito de un despido colectivo de hecho que puede afectar a personas que venían prestando servicios en la empresa demandada respecto de las que podría ponerse en duda su condición de trabajadores por cuenta ajena y en la que no consta la existencia de representación legal de los trabajadores, es lógico concluir que los sindicatos más representativos en el sector al que pertenece la empresa poseen legitimación para demandar y sostener la ilegalidad de la decisión empresarial, so pena de impedir de hecho la impugnación de la decisión empresarial de extinguir las relaciones de las personas que en ella prestaban servicios.

Además, indican que los sindicatos, cuya legitimación activa niega la sentencia recurrida, resultan ser los llamados por la ley (artículo 51.2 del Estatuto de los Trabajadores en relación al artículo 41.4), en último término, ante la ausencia de representantes legales o sindicales en la empresa, para poder ser nombrados a la constitución de la comisión ad hoc para negociar durante el período de consultas, al disponer las referidas normas que los miembros de dicha comisión podrían ser designados por los sindicatos más representativos o representativos del sector a que pertenezca la empresa.

Negarles legitimación a los sindicatos más representativos de carácter estatal y que, a su vez, ostentan tal carácter en el sector, en un supuesto como el presente de ausencia de representación legal o sindical y de imposibilidad de constituir una comisión ad hoc en los términos del artículo 41.1 ET, impediría la impugnación de la actuación empresarial extintiva de carácter colectivo aquí cuestionada”, argumenta el tribunal.

Ello supondría, según el Tribunal Supremo, “no solo vaciar de contenido el derecho a la tutela judicial efectiva que los trabajadores pueden tener desde la perspectiva colectiva, sino desvirtuar por completo las exigencias legales derivadas del artículo 51 del Estatuto de los Trabajadores, pues la decisión de la empresa devendría irrevocable, sólo pendiente de las eventuales acciones individuales de los trabajadores afectados, las cuales tienen una finalidad distinta y sirven a la tutela de intereses no comparables con los que el proceso colectivo trata de satisfacer”.

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