otros grupos revolucionarios y de izquierda colombiano: El nombre del grupo se
fundamentó en una fecha histórica: el 19 de abril de 1970 que remite a las
elecciones presidenciales en las cuales el general Gustavo Rojas Pinilla, un
militar retirado que había gobernado entre 1953 y 1957, en la transición de la
violencia entre liberales y conservadores hacia el acuerdo bipartidista del Frente
Nacional, y cabeza de la ANAPO (Alianza Nacional Popular), resultó ganador de
las elecciones, pero, mediante fraude electoral, la clase dirigente proclamó
ganador al conservador Misael Pastrana, quien asumió el período presidencial
1970-74. La Anapo recogía gran parte de la oposición y disconformidad contra
los dos partidos tradicionales. El grupo de jóvenes que integró la naciente
organización guerrillera, reivindicaba así este hecho histórico para simbolizar el
desconocimiento de la voluntad popular expresada en las urnas, y la necesidad
de defender la voluntad del pueblo con las armas bajo el lema: “¡Con el pueblo,
con las armas, al poder!” El otro símbolo era la espada de Simón Bolívar,
sustraída del museo de la Quinta de Bolívar, reivindicando la continuidad de la
lucha por la independencia, estableciendo un vínculo entre la revolución del
Siglo XX con el proceso que en el Siglo XIX. Bolívar se convirtió en referencia
permanente, y el estudio del marxismo-leninismo fue desplazado por el estudio
de la historia de las luchas en Colombia: los Comuneros, la guerra de
independencia, los rebeldes liberales, Gaitán.
El M-19 nace en busca de ser una guerrilla distinta, no dogmática, con más
preocupación política que ideológica, más urbana que rural, con nuevos
lenguajes, menos sacrificiales y épicos, más cotidianos; más nacionalista y con
un discurso de hermandad latinoamericana, a diferencia de los lenguajes de la
izquierda que reivindicaba el odio de clase, el vanguardismo, el heroísmo, el
socialismo, el sacrificio por la causa. El otro elemento cultural importante del M-
19 fue postura frente a la vida: tanto en relación con el necesario disfruta aun
en medio de la lucha, como frente a la población: el M-19 decidió no utilizar
sus armas para generar imposiciones a la población, fue crítico con las purgas
internas en la tradición guerrillera, y de eliminación de población civil bajo
acusaciones de ser “enemiga”. Parte de la heterodoxia del M-19 fue su manera
de conectarse con el mundo: no sólo para establecer contactos con otras
organizaciones guerrilleras afines, sino a iniciativas, debates, posturas,