Escrito por: La Buena Vida - Café del libro
Cuando decimos
manzana, todos creamos una imagen del fruto en nuestra mente. ¿Pero si decimos
que nos hemos comido la primera manzana del año recién cogida del árbol? ¿Si
decimos que estamos ante las últimas naranjas de la temporada?
A partir de
las afinadas percepciones sobre el uso gastronómico de los productos de
temporada y de los sutiles matices que un mismo producto va adquiriendo con el
paso del tiempo y que es usado por parte de chefs de todo el mundo, la autora
nos guía por un delicioso viaje sobre la forma en la que las diferentes
culturas tratan de aprehender y visualizar el paso del tiempo, creando
divisiones, muchas veces artificiales, a las que llamamos estaciones.
El paseo
intelectual y curioso proyecta esa clasificación artificial en nuestra propia
vida finita, y nos interpela para que nos abramos a la investigación sobre los
múltiples matices que nos perdemos al etiquetar algo o a alguien sin contemplar
su evolución a lo largo del tiempo.
Cada día nos
da un poso, cada experiencia un sabor. El mundo es mucho más variado y diverso
de lo que creemos, solo debemos permitirnos abrirnos a los detalles que el paso
del tiempo deja sobre lo que nos rodea y sobre nosotros mismos. Ideal para un
viaje o un domingo con lluvia.
Opiniones
Opiniones
Ideal para un viaje o un domingo con lluvia
Cuando decimos manzana, todos creamos una imagen del fruto en nuestra mente. ¿Pero si decimos que nos hemos comido la primera manzana del año recién cogida del árbol? ¿Si decimos que estamos ante las últimas naranjas de la temporada?
A partir de las afinadas percepciones sobre el uso gastronómico de los productos de temporada y de los sutiles matices que un mismo producto va adquiriendo con el paso del tiempo y que es usado por parte de chefs de todo el mundo, la autora nos guía por un delicioso viaje sobre la forma en la que las diferentes culturas tratan de aprehender y visualizar el paso del tiempo, creando divisiones, muchas veces artificiales, a las que llamamos estaciones.
El paseo intelectual y curioso proyecta esa clasificación artificial en nuestra propia vida finita, y nos interpela para que nos abramos a la investigación sobre los múltiples matices que nos perdemos al etiquetar algo o a alguien sin contemplar su evolución a lo largo del tiempo.
Cada día nos da un poso, cada experiencia un sabor. El mundo es mucho más variado y diverso de lo que creemos, solo debemos permitirnos abrirnos a los detalles que el paso del tiempo deja sobre lo que nos rodea y sobre nosotros mismos. Ideal para un viaje o un domingo con lluvia.
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