Evaluar el potencial de las TIC en el mundo
Por primera vez en la UIT: Un índice de acceso digital por país*
El acceso a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) es
sin duda el requisito indispensable para llegar a una sociedad de la
información incluyente, como se destacó en la primera fase de la Cumbre
Mundial sobre la Sociedad de la Información, que se desarrolla en Ginebra
durante el mes de diciembre.
El índice de acceso digital (IAD): Un nuevo
instrumento para medir el acceso a la sociedad de la información
En un nuevo entorno donde se concede cada vez mayor importancia a colmar la
brecha digital es frecuente que los países quieran comparar internacionalmente
su situación, fijar objetivos y evaluar progresos. Ya pueden hacerlo, gracias
al nuevo índice de acceso digital (IAD) de la UIT, que es el primer indicador
mundial para clasificar el acceso a las TIC y abarca un total de 178 economías.
La idea es contribuir a medir la capacidad total que tienen los ciudadanos de un
país para acceder y utilizar las TIC. Con arreglo a este índice, los primeros
puestos corresponden a Suecia, Dinamarca, Islandia, la República de Corea,
Noruega, los Países Bajos, Hong Kong (China), Finlandia, Taiwán (China) y
Canadá.
El IAD forma parte integral de la edición 2003 del Informe sobre el
Desarrollo Mundial de las Telecomunicaciones de la UIT: Indicadores de acceso a
la sociedad de la información, que ha sido preparado especialmente para la
primera fase de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información. En el
Informe se clasifican los países con arreglo a cuatro categorías de acceso
digital: elevada, media alta, media baja, y baja, lo que permite a éstos
determinar su situación, puntos fuertes e insuficiencias en relación con otras
naciones (véanse las Categorías de acceso a
las TIC). El IAD ha dado ciertas sorpresas. Por ejemplo, Eslovenia ocupa
el mismo puesto que Francia, y la República de Corea, que no aparecía
normalmente entre las 10 primeras economías, figura en cuarto lugar. Aparte de
Canadá, que ocupa el décimo puesto, las 10 primeras economías son economías
asiáticas y europeas. Los resultados de la encuesta realizada por la UIT a
dicho efecto indican que el inglés ya no es un factor decisivo para adoptar
rápidamente tecnologías, en particular debido al hecho de que se dispone cada
vez más de contenido en otros idiomas.
Cabe preguntarse por qué razón el IAD es tan diferente de otros índices.
Uno de los motivos es su alcance mundial, ya que cubre 178 países, por no
hablar de la cuidadosa elección de sus indicadores. En efecto, el IAD se ha
diseñado basándose en cuatro factores fundamentales que influyen en la
capacidad de acceso de un país a las TIC. Nos referimos a la infraestructura,
la asequibilidad, el conocimiento y la calidad. Se ha considerado que el hecho
de disponer de una infraestructura limitada es el principal obstáculo para
colmar la brecha digital. No obstante, las investigaciones realizadas
recientemente por la UIT indican que la asequibilidad y la educación son
también elementos que deben tomarse en consideración. Un quinto factor, a
saber, la utilización real de las TIC, es esencial para poner a prueba los
fundamentos teóricos del IAD, contrastándolos con lo que ocurre en un país.
El IAD combina ocho indicadores que abarcan los cinco factores indicados (véase
la figura 1), lo que permite asignar una puntuación global
a cada país. En el recuadro 1 se ejemplifica el diseño del
IAD.
El índice de acceso digital (IAD) mide la capacidad total de los habitantes
de un país para acceder a las tecnologías de la información y la
comunicación, así como para utilizarlas. Consiste en ocho variables
organizadas en cinco categorías. Cada variable se convierte en un indicador al
que se asigna un valor comprendido entre cero y uno, dividiéndolo por el mayor
valor posible u “objetivo máximo”. Acto seguido, se pondera cada indicador
dentro de su categoría y los valores de los índices resultantes para cada
categoría se promedian con el fin de obtener el IAD total.
|
Categoría |
Variable |
Valores corresp. a Hong
Kong (China) |
Objetivo máximo |
Indicador |
Coeficiente |
Índice de la categoría |
1.
Infraestructura |
1.
Abonados a la telefonía fija por 100 habitantes
2. Abonados a la telefonía celular móvil por 100 habitantes |
56,6 ÷
91,6 ÷ |
60 =
100 = |
0,94
x
0,92 x |
(1/2
) =
(1/2 ) = |
0,47
+ = 0,93
0,46 |
2.
Asequibilidad |
3.1 —
(Precios de acceso a Internet, porcentaje del ingreso nacional bruto per
cápita) x 100 |
99,8 ÷ |
100 = |
0,998 x |
1 = |
0,998 |
3.
Conocimiento |
4.
Adultos alfabetizados
5. Nivel de combinado de inscripción en las escuelas de enseñanza
primaria, secundaria y terciaria |
93,5
÷
63,0 ÷ |
100
=
100 = |
0,94
x
0,63 x |
(2/3)
=
(1/3) = |
0,62
+ = 0,83
0,21 |
4.
Calidad |
6.
Anchura de banda internacional de Internet (bits) per cápita
7. Abonados a la banda ancha por 100 habitantes |
1867 ÷
14,6 ÷ |
10 000 =
30 = |
0,88a x
0,49 x
|
(1/2 ) =
(1/2 ) = |
0,44
+ = 0,68
0,24 |
5.
Utilización |
8.
Usuarios de Internet por 100 habitantes |
43,0 ÷ |
85 = |
0,51 x |
1 = |
0,51 |
Índice de acceso
digital (Promedio de las 5 categorías indicadas) |
0,79 |
|
Nota:
a) Debido a la gran dispersión de valores entre las diferentes economías
consideradas, se ha utilizado la siguiente escala logarítmica para
calcular este valor: (LOG (1867) — LOG (0,01)) / (LOG (10 000) — LOG
(0,01)) |
Una selección de indicadores —normalmente compilados para configurar un
índice tal como el IAD— da una idea más precisa de la situación que la que
se obtendría recurriendo a uno solo. Además, un índice permite obtener
resultados que permiten trazar un panorama más amplio y completo de la
economía de un país que el que podría representarse con un solo indicador.
Así, por ejemplo, el número de computadores por habitante o la penetración de
la telefonía móvil da sólo una imagen parcial y posiblemente equívoca de la
situación de un país.
Si bien varias organizaciones han preparado índices para clasificar países
en lo que concierne a sus capacidades TIC, ningún índice es completamente
satisfactorio para medir el acceso a las TIC, ya que prácticamente todos ellos
se concentran básicamente en los países desarrollados y algunos incluyen
variables cualitativas que pueden ser objeto de interpretaciones divergentes. De
ahí la necesidad de un enfoque mundial que haga posible centrarse en tendencias
medibles de manera comparativa en todos los países.
Uno de los usos más importantes del IAD es medir los avances hechos
a lo largo del tiempo. Si bien supervisar los cambios que se producen
con el tiempo es importante, no lo es menos aplicar este índice al
pasado para analizar el desempeño histórico de los diferentes países.
En este contexto, se plantea un problema, ya que muchos países no han
preparado series temporales sobre los precios de acceso a la Internet y
de la anchura de banda internacional Internet, y cuando dichas series
están disponibles, lo que ocurre con frecuencia es que no se han
calculado utilizando la metodología aplicada para diseñar el IAD, lo
que hace difícil establecer comparaciones.
Se han obtenido datos comparables para 1998 sobre 40 países que son
una buena muestra de las naciones más desarrolladas y las principales
economías en desarrollo. Pese al corto periodo utilizado, cuatro años
(se han comparado cifras de 1998 con datos de 2002), existen diferencias
notables en las clasificaciones establecidas a partir del IAD que
ejemplifican el hecho de que la difusión tecnológica ha sido muy
rápida. La observación más notable es el mejoramiento de las
economías asiáticas, especialmente en la República de Corea y Taiwán
(China). La República de Corea fue el país que escaló más puestos
(20) entre las 40 economías consideradas, seguida por Taiwán (China)
que ganó 13. Los rápidos progresos de Corea reflejan un decidido
compromiso de su Gobierno para con las TIC, con los consiguientes
resultados: altos niveles de conectividad en banda ancha y de
utilización de Internet. El salto en la clasificación de Taiwán
(China) demuestra los efectos de la liberalización de sus
telecomunicaciones, especialmente en el sector móvil, lo que ha hecho
pasar a Taiwán al puesto número uno en el mundo en cuanto a
penetración. Varias naciones predominantemente anglófonas perdieron
puestos. Esto puede representar un punto de inversión en la
internacionalización de las TIC, ya que el idioma inglés no es tan
importante como lo fue en el pasado. De hecho, un aspecto de las
economías asiáticas que han mejorado su clasificación es el
crecimiento del contenido digital. El desarrollo de contenido digital en
alfabetos no latinos, como el del chino, el coreano y el japonés, ha
aumentado a pasos agigantados. Estos tres idiomas constituyen en la
actualidad el 11% del contenido de Internet, cifra más alta que la
correspondiente al francés o al español.
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Con el IAD se pueden medir de forma transparente y mundial los avances
logrados para mejorar el acceso a las TIC. Esto explica que sea un instrumento
crucial para los gobiernos, los organismos de desarrollo internacionales, las
organizaciones no gubernamentales y el sector privado, que desean evaluar la
situación de un país en cuanto a las TIC. Hay que esperar, por otra parte, que
el IAD contribuya a mejorar los datos. En efecto, aunque se dispone de un
número suficiente de datos para asignar valores a las variables, se desconoce
la calidad de algunos de ellos. Existen tres ámbitos en que podría ser útil
seguir trabajando en el IAD: índices nacionales, índices desagregados por
género y preparación de series temporales (véase el recuadro
2).
* Toda esta sección se
basa en la edición 2003 del Informe sobre el Desarrollo Mundial de las
Telecomunicaciones de la UIT: Indicadores de acceso a la sociedad de la
información, coordinado por la Oficina de Desarrollo de las
Telecomunicaciones de la UIT. |
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