Lo que se ve no se pregunta, decía Juan Gabriel cuando alguien preguntaba si era gay. En estos días en que todos lo hemos recordado y reconocido, valoramos también su sabiduría popular.

Lo que se ve ante el cuarto Informe de Gobierno de Enrique Peña Nieto es un Presidente cínico ante actos de corrupción como la Casa Blanca y el departamento de Miami, errático en la toma de decisiones como la ratificación de Castillo en la Conade y de Tomás Zerón en la Agencia de Investigación Criminal de la PGR, a pesar de los cuestionamientos internacionales por el caso Iguala.

Un Presidente débil, con preferencias que rondan el 20%, que no puede mantener su palabra ante reformas progresistas como los matrimonios igualitarios. Un Presidente y un gobierno que se ahoga en el fango de sus propios errores de corrupción e ineficacia. El más reciente desatino es la visita de Donald Trump, ante quien no se atrevió a defender de manera enérgica y pública a los mexicanos.

Los 266 compromisos firmados ante notario público quedaron en el olvido: Disminuir la gasolina, el gas, construir refinerías, disminuir la pobreza, mejorar la salud, el deporte, la seguridad pública, disminuir el número de diputados y erradicar la corrupción, todo ha quedado en el papel, en espera del basurero de la historia. En estos años al frente de la Presidencia de la República no ha podido cumplir ni siquiera el 10% de dichos compromisos.

¿Qué puede informar Peña Nieto con credibilidad social? Prácticamente nada. Vemos anuncios que enfatizan que lo bueno no se cuenta , pero cuenta mucho. No queda claro qué es lo bueno. Lo cierto es que lo malo sí cuenta, y cuenta mucho. El IV informe tiene 5 ejes que no pueden sostenerse en resultados palpables, hagamos un repaso:

México con educación de calidad: Un gobierno que en tres años no ha podido implementar la reforma educativa y cientos de escuelas siguen sin agua, sin luz, sin aulas dignas y sin maestros. ¿Cómo podemos imaginar una educación de calidad en un país en donde 500 mil jóvenes son rechazados de las universidades públicas por falta de recursos y es ahí donde se hacen los mayores recortes presupuestales, mientras no se tocan los gastos suntuarios del gobierno?

México próspero: Con aumentos en la gasolina, el gas y los productos básicos, con programas sociales electoreros, desempleo y una economía estancada y una deuda pública que sigue creciendo. Lo que se ve es que las reformas estructurales simplemente no están funcionando.

México incluyente: Con 2.5 millones más de pobres y un país señalado internacionalmente por violaciones a derechos humanos y el riesgo que corren periodistas y activistas sociales. La resistencia del propio equipo del Presidente ante los matrimonios igualitarios y la legalización de la marihuana hacen ver a un mandatario que anuncia agendas progresistas pero no las concreta.

Un México en paz: Miles de personas han encontrado la paz de los sepulcros ocasionada por una estrategia fallida de seguridad. Secuestros, robos, extorsiones, trata y delincuencia organizada siguen a la orden del día. Tanhuato, Iguala y Nochixtlán coronan la política de seguridad.

México con responsabilidad global: Si un mensaje coherente quería dar Peña Nieto sobre lo errático de su gobierno, lo logró con la visita de Trump, con la cual reafirmó su desprecio por las y los mexicanos al invitar al hombre que más ha humillado y descalificado al pueblo de México.

Lo que se ve a cuatro años de gobierno, es que seguimos en el despeñadero.

Secretaria general del PRD

@Beatriz_Mojica

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