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Pastoral Social afianza la solidaridad y la paz
POR
EDGAR
TATIS GUERRA
Gracias al fortalecimiento de la gobernanza participativa y ciudadana promovida desde la Iglesia Católica de manera conjunta con el Secretariado de la Pastoral Social se afianzan los valores de solidaridad, reconciliación y paz en la Sierra Nevada de Santa Marta.
Así lo aseveró el sacerdote Rafael Castillo, presidente del Secretariado Nacional de la Pastoral Social (SNPS), quien llegó a Santa Marta y sostuvo diálogos con el Obispo de la Diócesis de Santa Marta, monseñor José Mario Bacci Trespalacios y distintos representantes de organizaciones sociales.
“Encuentro unos elementos muy significativos en las organizaciones de la sociedad civil en estos territorios. El primero de ellos es la conciencia ciudadana que se ha incrementado, si la Patria es un don, la Nación es una tarea y la construyen los verdaderos ciudadanos que son capaces de pasar de habitantes a ciudadanos. Lo segundo, son los niveles de organización y de cohesión social que he visto en estas organizaciones, estamos hablando de redes de jóvenes, de mujeres, de juntas de acción comunal, de campesinos, de organizaciones que se ocupan de los temas ambientales, de lo productivo y de la tierra. Eso me parece que es construir nación, paz y desarrollo”, expresó el sacerdote cartagenero.
Destacó el nivel de incidencia de las organizaciones en la construcción de los planes de desarrollo con enfoque territorial y en los temas de política pública.
El padre Castillo precisó que con una labor evangelizadora se ha rescatado la categoría ciudadana en las jurisdicciones de Riohacha, Valledupar y Santa Marta contribuyendo desde el quehacer de la Pastoral Social a ordenar las esperanzas en los territorios.
“Nosotros como iglesia somos conscientes de que generamos confianza, reconocimiento y credibilidad porque donde está la iglesia hay cohesión social y hay la posibilidad de construir con múltiples actores a pesar de la diferencia. El bien no hace ruido ni el ruido hace bien, pero siempre es bueno cacarear las cosas y que las personas conozcan la labor de Pastoral Social en materia de promoción humana, de educación, asistencia en la emergencia, la ayuda solidaria a tantos migrantes, a los pobres y más necesitados”, indicó.
Fue categórico al manifestar que desde la doctrina social de la iglesia se ha aportado al desarrollo social comunitario, mejorando las condiciones de vida, afianzando los valores del evangelio, de tal forma que la solidaridad prevalezca en el Magdalena, Cesar y La Guajira, y donde cada uno pueda dar según su capacidad y recibir según su necesidad.
“Con los valores del evangelio podemos globalizar la solidaridad, apostarle a tener buenos gobiernos y ciudadanos, que podamos enfrentar la cultura de la corrupción que es la que más muerte genera, con categoría ciudadana y con esperanza”, enfatizó el sacerdote.
LOS RETOS
Al ser consultado sobre los retos de la Pastoral Social en este nuevo gobierno del presidente Gustavo Petro, el padre Rafael Castillo respondió que “existen tres retos los cuales se han puesto en oración y presentados a Dios porque todo lo que hace la Pastoral Social los resultados a Dios le pertenecen. El primero de ellos es seguir lo que nos dijo el Papa Francisco: demos el paso siguiente celebrando la cultura del encuentro, favoreciendo la convivencia y el diálogo social territorial”.
El director del SNPS afirmó que si tenemos unas comunidades que dialogan, una nación que se encuentra no será necesaria la fuerza que hace daño, porque es capaz de construir puentes que se puedan andar en ambas direcciones, y acercar todas las orillas que sean necesarias para construir juntos acuerdos edificantes.
“Tenemos un reto y desafío como es fomentar un buen espíritu a este esfuerzo por alcanzar la paz, la convivencia y la reconciliación. Hemos sufrido más de la cuenta, hay gente que ya sus lágrimas se les han secado, creemos que si la vida es lo primero tenemos que trabajar todos para que la vida sea respetada sobre todo en esos contextos de confinamiento, de confrontación en la Colombia profunda, en las vías terciarias y secundarias por donde casi no vamos, pero hay mucha gente sufriendo por el control de tantas dinámicas perversas de estructuras mafiosas. Creemos que debemos poner la vida por delante, reverenciar la vida, así como reverenciamos a Dios”, puntualizó.