Desde el punto de vista de mi padre, ambos hoteles merecen una calificación perfecta de 10/10. El primer hotel ofrecía una estructura cerrada y minimalista que otorgaba al huésped grandes beneficios en términos de seguridad e intimidad, mientras que el segundo hotel tenía un baño más amplio, una silla suspendida y más juegos de sábanas, como la amplitud del espacio del lobby que compensaban la falta de enrejado y protección para los vehículos de los huéspedes. Como hija y escritora, considero que ambos hoteles presentan diseños exteriores e interiores únicos que los diferencian claramente. Esto es un punto a favor, ya que cada huésped puede tener una experiencia única y contarla a sus amigos y familiares. Por lo tanto, al igual que mi padre, otorgaría una calificación perfecta de 10/10 a ambos hoteles por cumplir con todas las necesidades para las cuales fueron construidos y por ofrecer una experiencia única a sus huéspedes.