El futuro ‘sandbox’, una oportunidad para situar a España en el centro de la innovación financiera
Desde AEFI, patronal de 'Fintech', se han impulsado distintas iniciativas de promoción del 'sandbox'.

El futuro ‘sandbox’, una oportunidad para situar a España en el centro de la innovación financiera

Su aprobación en el Congreso por unanimidad augura que el final de su tramitación parlamentaria está cerca
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22/9/2020 06:46
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Actualizado: 21/9/2020 23:58
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Por 37 votos a favor y ninguno en contra La Comisión de Asuntos Económicos y Transformación Digital del Congreso de los Diputados ha aprobado por unanimidad la Ley de Transformación Digital del Sistema Financiero.

Esta normativa impulsará el ‘sandbox’, un espacio de pruebas controlado para facilitar que las ‘fintech’ e ‘insurtech’ desarrollen sus proyectos tecnológicos de innovación, con una supervisión especial.

Se introdujeron una veintena de enmiendas, la mayoría de carácter técnico que según los expertos consultados por esta publicación ayudaron a esa unanimidad en la votación final. Ahora se tramitará en el Senado y solo si esta cámara introduce cambios en el texto, volverá al Congreso para su debate en el Pleno.

Tras la aprobación, Rodrigo García de la Cruz, presidente de AEFI (Asociación Española de Fintech e Insurtech), explica que “la aprobación del ‘sandbox’ es, sin duda, el mayor paso que va a dar España en cuanto a innovación financiera. Sandbox es sinónimo de retención de talento, impulso de la innovación, atracción de inversión y actualización de la regulación.

Se prevé que podría crear cerca de 5.000 nuevos empleos en el ecosistema ‘Fintech’ en dos años y la atracción de 1.000 millones de inversión adicionales.

Dinamiza la innovación financiera

Moisés Barrio, letrado del Consejo de Estado, profesor de Derecho digital y director del Diploma de Alta Especialización en LegalTech y transformación digital (DAELT) de la Escuela de Práctica Jurídica de la Universidad Complutense de Madrid, señala que «el ‘sandbox’ más popular es el sandbox regulatorio, que es el que se destina a la prueba de productos”.

En su opinión, “permite acompañar en un ambiente controlado y con sujeción a menores cargas regulatorias a los desarrolladores de productos innovadores que, al cabo de un tiempo, deben cumplir con la totalidad de la regulación que les resulte aplicable”.

“Es decir, tras el periodo de prueba, los proyectos del ‘sandbox’ no pueden seguir operando sin el cumplimiento de todas las normas que les resultarían aplicables al producto u operador en cuestión”, indica.

Para este jurista “su principal ventaja es que permitirá controlar los riesgos de los nuevos modelos financieros, permitiendo un aprendizaje para todas las partes involucradas”.

También revela que “al mismo tiempo funciona como instrumento supervisor, que permite identificar los desarrollos y potenciales efectos de la transformación digital en la prestación de servicios financieros, en la protección a los usuarios y en la estabilidad financiera”.

Señala que “los participantes deben acreditar el cumplimiento de unos requisitos de admisión, que pretenden asegurar que los proyectos aportan innovación financiera de base tecnológica y están suficientemente avanzados para probarse en el sandbox».

Moisés Barrio, letrado del Consejo de Estado.

«A este respecto, las autoridades supervisoras evalúan si, en primer lugar, los proyectos pueden contribuir a mejorar el cumplimiento normativo; suponen un eventual beneficio para los usuarios de servicios financieros, mejorando la calidad, acceso y disponibilidad de servicios financieros, así como la protección a la clientela; aumentan la eficiencia de entidades o mercados o proporcionan mecanismos para mejorar la regulación el ejercicio de la supervisión financiera”.

Moises Barrio revela que “el ‘sandbox’ español otorga una especial protección a aspectos como la protección de datos, la defensa de los usuarios de servicios financieros o la prevención del blanqueo de capitales y financiación del terrorismo”.

Para ello, agrega, «se establece un extenso régimen de garantías y medidas de protección a la clientela durante la realización de las pruebas con medidas como la exigencia de un consentimiento informado de los clientes, el derecho de desistimiento en todo momento”.

Junto a ello se reclama “la responsabilidad del promotor en caso de daños y perjuicios patrimoniales que sean consecuencia directa de la realización de pruebas, la garantía por daños, la confidencialidad; el seguimiento supervisor durante todo el ejercicio de pruebas, así como la posibilidad de interrumpir las pruebas en caso de mala práctica o incumplimiento de la legislación o del protocolo”.

Clave para el entorno post-Covid

Gloria Hernández, socia de finReg 360, revela que el retraso en su aprobación “ha impedido poner en marcha este mecanismo a tiempo para atraer empresas del Reino Unido que buscaban una localización dentro de la Unión Europea frente al ‘Brexit’. Sin embargo, ahora nos encontramos ante otra situación excepcional que hace que el ‘sandbox’ sea un instrumento crítico para nuestro país, el entorno pos-COVID-19”.

En efecto, el ‘sandbox’ español llegará en un momento que podemos clasificar de «revolución digital acelerada» por el COVID-19 y, por ello, su puesta en marcha en este contexto supone una oportunidad de potenciar al máximo la innovación en nuestro sector financiero.

A su juicio para que el ‘sandbox’ sea un éxito, hay algunos retos que superar una vez aprobada la ley. “En primer lugar, la rápida constitución de la Comisión de Coordinación de Autoridades prevista en la norma para analizar las solicitudes, para la que se da un plazo de tres meses que no debería excederse”.

Otra cuestión clave es “la asignación de recursos suficientes a este proyecto por las autoridades competentes y que los profesionales asignados estén adecuadamente formados en innovación, nuevas tecnologías y gestión de proyectos. En este sentido sería importante que se impulsara alguna iniciativa de formación para los supervisores, similar a la FCA Academy (programa de la FCA inglesa para formar a sus técnicos y funcionarios)”.

Gloria Hernández, socia de finReg 360.

También reclama “la articulación de mecanismos de innovación adicionales al ‘sandbox’, como los centros de innovación (‘innovation hub). En este sentido, la CNMV cuenta con un Portal de Innovación o Portal FinTech que ayuda a los promotores de proyectos innovadores en aspectos normativos y crea un espacio informal de comunicación en relación con las iniciativas que estos quieran desarrollar”.

Otra tema que plantea es que “sería muy conveniente que, en paralelo con el ‘sandbox’, este portal se extendiera también a los servicios bancarios, de pagos y al ámbito asegurador, sea mediante la creación de portales equivalentes en los restantes supervisores —incluido el SEPBLAC, sea unificándolos en la Secretaría General de Legislación Financiera y Financiación Internacional”.

Hernández también cree que “la negociación rápida entre el promotor y el supervisor del protocolo de prueba que se presenta como la pieza clave para el desarrollo de las pruebas. Y, por otro, que el contenido de este protocolo sea suficientemente flexible para asegurar que regula de forma efectiva las pruebas sin convertirse en una carga adicional durante ellas mismas”.

Para ello, “sería recomendable contar cuanto antes con guías o aclaraciones adicionales que faciliten la elaboración del protocolo de pruebas tal y como prevé el proyecto. También convendría que las autoridades fueran publicando un documento de preguntas y respuestas sobre las lecciones aprendidas, que es un mecanismo ágil y que reduce la burocracia”.

Otra cuestión que plantea es “la adecuada coordinación dentro de los departamentos de supervisión y autorización de las autoridades competentes para asegurar que los proyectos que requieren autorización y que hayan pasado por el ‘sandbox’ satisfactoriamente puedan ver el plazo de autorización efectivamente reducido a la mitad”.

Por último, destaca “la colaboración intensificada con países que pueda tener un vínculo con España o nuestro país les resulte atractivo. La posibilidad de cooperación internacional está también prevista en el proyecto de ley y, sin duda, su puesta en práctica será un apoyo esencial para que el sandbox español pueda competir con otros ‘sandboxes’”.

Facilitará el cumplimiento normativo

Por su parte, Ricardo Plasencia, socio responsable del área de regulación financiera de DLA Piper en España, comenta que “el ‘sandbox’ o entorno regulado será una herramienta idónea tanto para que proyectos tecnológicos de innovación en el sistema financiero españoles opten por desarrollarlos en España en lugar de en otros países así como para atraer proyectos de terceros países”.

En su opinión, lo relevante de este proyecto innovador tiene que ver con que “facilita el cumplimiento normativo mediante la mejora u homogeneización de procesos o instrumentos. Al mismo tiempo supone un beneficio para los usuarios de servicios financieros en términos de reducción de costes, mejora de calidad, condiciones de acceso y disponibilidad de servicios, o de aumento de la protección a la clientela”.

Para Plasencia también “se aumenta la eficiencia de entidades o mercados y proporciona mecanismos para la mejora de la regulación o el mejor ejercicio de la supervisión financiera”.

A su juicio, “las entidades que participen en el ‘sandbox’ necesitarán contar con un amplio y variado asesoramiento legal en los distintos momentos del proceso de desarrollo de las pruebas en el espacio controlado”.

Plasencia destaca que “el proyecto de ley contempla el establecimiento de cauces específicos de comunicación directa por parte de los supervisores para atender consultas relativas a nuevas aplicaciones, procesos, productos, modelos de negocio y otras cuestiones relacionadas con la innovación tecnológica aplicada a la prestación de servicios financieros. En la formulación de dichas consultas es aconsejable también contar con asesoramiento legal especializado”.

Otras cuestiones que pretende garantizar este ‘sandbox’ es la protección de datos de carácter personal. “En el protocolo que suscriban el promotor y el supervisor se establecerán todas las cautelas necesarias para garantizar en cada prueba un sistema específico de protección de los participantes que sea proporcionado siguiendo las pautas del Reglamento General de Protección de Datos«.

Ricardo Plasencia, socio responsable del área de regulación financiera de DLA Piper en España.

También se habla de mejorar la protección de los usuarios de servicios financieros. “Hay que verlo en dos vertientes. Primero, desde el punto de vista del proyecto innovador, ya que el aumento de la protección de la clientela es un aspecto relevante para que un proyecto acceda al espacio controlado de pruebas”, señala.

Al mismo tiempo ve otra vertiente, “desde el punto de vista de las pruebas, ya que en el protocolo se deben establecer las debidas cautelas para proteger a los usuarios participantes en las mismas”.

Para los expertos, el ‘sandbox’ puede ser también una herramienta para la lucha contra el blanqueo de capitales y financiación del terrorismo. Plasencia lo ve desde dos perspectivas complementarias.

“La primera, desde la perspectiva del proyecto, puesto que el proyecto puede servir para facilitar el cumplimiento normativo mediante la mejora y homogeneización de procesos. En este sentido, los procesos de diligencia debida y de conocimiento del cliente son muy relevantes en la legislación de prevención del blanqueo de capitales”.

Y al mismo tiempo, desde la perspectiva de las pruebas, «ya que en el protocolo se deben establecer las debidas cautelas para cumplir con la normativa de prevención de blanqueo de capitales y financiación del terrorismo”.

Para este jurista, “es llamativo que en el proyecto de ley no se haya incluido como autoridad competente o autoridad supervisora de manera explícita al SEPBLAC, junto con las restantes autoridades supervisoras financieras”.

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