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CEC anima consolidación del trabajo regional en la pastoral familiar
Tags: pastoral familiar Departamento de Matrimonio y Familia Departamento de Matrimonio y Familia de la Conferencia Episcopal de Colombia padre Nelson Enrique Ortiz iglesia colombiana Chocó antioquia
Convocados por el Departamento de Matrimonio y Familia de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), los días 17 y 18 de marzo, diecinueve representantes de pastoral familiar de las jurisdicciones eclesiásticas ubicadas en los departamentos de Chocó y Antioquia se dieron cita en el Seminario Diocesano Nuestra Señora en Marinilla (Antioquia), para desarrollar el ‘Encuentro regional de agentes de pastoral familiar´.
Tres fueron los objetivos centrales bajo los cuales se llevó a cabo este espacio en el que participaron sacerdotes y laicos de las arquidiócesis de Medellín, Santa Fe de Antioquia y de las diócesis de Sonsón-Rionegro, Santa Rosa de Osos, Apartadó, Quibdó e Istmina-Tadó: Compartir experiencias pastorales en torno al trabajo que adelanta cada una de estas iglesias particulares, facilitar actividades formativas para el acompañamiento a las familias en crisis y para el trabajo pastoral al servicio de la vida y el amor; y socializar la actualización del Plan Nacional de Pastoral Familiar.
Para la consecución de estos propósitos, uno de los enfoques centrales del encuentro consistió en avanzar hacia la consolidación del equipo de trabajo regional, por lo que se pusieron en marcha espacios de escucha desde la experiencia de cada diócesis, que permitieran vislumbrar con enfoque sinodal nuevas líneas de proyección pastoral.
Desde la CEC, participó en el evento el padre Nelson Enrique Ortiz, director del Departamento de Matrimonio y Familia, quien, según lo ha indicado, halló allí elementos importantes para conocer la realidad actual y las necesidades concretas de cada jurisdicción, para, de esta manera, pensar estrategias de acompañamiento. Uno de los aspectos que más resalta el presbítero como signo de esperanza, es la presencia de los laicos comprometidos liderando esta importante misión pastoral en la región.
Entre los aspectos y avances logrados desde el trabajo de cada jurisdicción están, entre otros: Los 17 centros de pastoral familiar con programas de preparación al matrimonio, fortalecimiento de la familia, acompañamiento al servicio de la vida con el reconocimiento de la fertilidad y asesoría jurídica para las familias en la Arquidiócesis de Medellín; el apoyo que desde la pastoral familiar de la Diócesis de Sonsón-Rionegro se le brinda a los colegios del territorio; el primer centro de escucha y acompañamiento fundado en la Diócesis de Quibdó; el encuentro con pajeras en unión marital de hecho que ha podido convocar la Diócesis de Istmina-Tadó; y el soporte recibido en la Diócesis de Santa Rosa de Osos desde la Universidad Católica del Norte para prestar el servicio de escucha en diversas comunidades.
Para el abordaje de los temas, el encuentro contó también con la participación de dos invitadas especiales, la doctora María Piedad Puerta de Klinkert, directora de WOOMB COLOMBIA (Organización Mundial del Método de la Ovulación Billings) y la doctora Diana Carmenza López, docente de la Universidad Católica de Oriente, quien aportó ideas clave a los delegados para para el acompañamiento de las situaciones de crisis.
Cuaresma: un camino de fe en comunidad
Jue 7 Mar 2024
Conversión pastoral para ir en salida misionera
Mié 21 Feb 2024
Dom 24 Mar 2024
Semana Santa 2024: obispos piden reflexionar sobre la necesidad de la escucha y el diálogo en Colombia
En el marco de la Semana Santa 2024, los obispos envían un mensaje especial al pueblo colombiano. En él, los prelados invitan a que, en medio de los múltiples desafíos sociales que enfrenta el país, se aproveche este tiempo para profundizar sobre el aporte que debe dar cada quien en el camino hacia la construcción de una nación, en la que se aseguren todos los valores humanos de la vida, la dignidad y la fraternidad. Para ello, piden poner al centro la necesidad de escucha y el diálogo."Los desafíos que surgen, una y otra vez, como resultado de la fuerza de la violencia que tiende a escalar, merecen todo el rechazo de la sociedad en su conjunto y la toma de medidas necesarias, para garantizar la convivencia y los derechos humanos personales y comunitarios. Al mismo tiempo, esos hechos no nos pueden vencer imponiendo un camino diferente al del diálogo y a centrar la palabra, como la mejor y más poderosa herramienta para superar los conflictos sociales, políticos, comunitarios y familiares", expresan en el comunicado.Además, a "quienes han emprendido el camino del diálogo político o social para superar conflictos históricos", los animan a continuar delante, "asumiendo el gran mensaje histórico de la Pascua: Cristo vence a la muerte; y en Él, el amor aniquila al odio y la paz deja sin armas a la violencia".
Vie 22 Mar 2024
Obispos de Colombia, Costa Rica y Panamá definen estrategias pastorales conjuntas y piden compromiso total con las personas migrantes
Este viernes, 22 de marzo, en Ciudad de Panamá, finalizó el encuentro de obispos y agentes pastorales de Colombia, Costa Rica y Panamá. Diferentes propuestas de trabajo pastoral con enfoque regional surgieron en este espacio animado por el Vaticano a través del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral. Entre ellos: formación de agentes pastorales en temas de movilidad humana, transversalización de la realidad de la movilidad humana en los planes de pastoral diocesanos, concientización con miembros de la Iglesia sobre el deber cristiano de acoger, proteger, promover e integra a estos hermanos; estrategias de información a personas que consideren migrar por rutas irregulares sobre los riesgos a los que se exponen, e incidencia social y política en favor de la protección de sus derechos humanos y garantías para su desarrollo. Todo, a la luz del Evangelio y guiados por la Doctrina Social de la Iglesia.Conscientes que esta realidad supera a la Iglesia, ratificaron también la necesidad de articularse con otros actores e instituciones que trabajen por el bienestar de las personas migrantes y refugiadas. Esto, permitirá potenciar la misión y evitar la duplicación de esfuerzos o recursos.Aunque la asistencia humanitaria que brinda la Iglesia en diferentes centros de acogida, parroquias, carpas humanitarias, comunidades y programas es fundamental, como medida de urgencia o transitoria, los pastores están convencidos que su misión debe trascender a procesos que construyan a largo plazo y que propendan por una búsqueda de justicia para estas personas que, en la mayoría de los casos, se ven obligadas a dejar su hogar y a exponerse a todo tipo de vulneración, abusos e incluso, a circunstancias mortales. Esto, durante las tres etapas del flujo migratorio: origen, tránsito y destino.Los cerca de 30 asistentes también reafirmaron que deben fortalecer su lucha contra la indiferencia y la cultura del descarte, incluso, dentro de la misma Iglesia, tal y como ha pedido el papa Francisco, quien se hizo presente en este encuentro a través de dos mensajes: uno que envió a los participantes animándolos en el trabajo y otro, a las personas migrantes de tránsito en el campamento de Lajas Blancas en el Darién, lugar que visitaron este miércoles para corroborar la difícil situación y llevarles la esperanza de Cristo a través de la oración.Otras estrategias de implementación interdiocesano e intereclesial, con enfoque espiritual, investigativo, formativo y psicosocial, también surgieron en el espacio. Están convencidos que esta situación requiere un abordaje sinodal. Por ello, también propusieron la creación de una comisión que de alcance y seguimiento al trabajo proyectado en el encuentro.“Un «tapón» de inhumanidad”Al cierre, los obispos hicieron una contundente declaración, firmada también por el cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, en la remarcan la tragedia que viven miles de personas diariamente en su paso por la selva del Darién, calificándola como “un«tapón» de inhumanidad por las condiciones de vulnerabilidad y muerte a la que se enfrentan hombres, mujeres, jóvenes, niñas y niños”. Recuerdan que constantemente mueren personas por diversas causas naturales o de abuso humano, cuyos cuerpos no son rescatados.Los pastores afirman en su mensaje que esta es una realidad dolorosa que interpela y compromete a todos. Recordando que todos somos migrantes y peregrinos, durante la rueda de prensa de socialización del mensaje final, monseñor Mario de Jesús Álvarez Gómez, obispo de la Diócesis de Istmina-Tadó, aprovechó para hacer un llamado a sacerdotes, religiosas y religiosos para que sean conscientes de su tarea ante esta situación y ayuden generar esa misma conciencia entre las comunidades, aunque no se encuentren en lugares con alto flujo migratorio.En la declaración, los obispos piden construir un continente latinoamericano y caribeño cada vez más humano, equitativo, cordial y hospitalario.“En línea con las reuniones de Obispos de Pasto, San Salvador y Cúcuta, nos unimos al grito de la Iglesia continental que ha reconocido que hoy, diez millones de latinoamericanos y caribeños viven en un país que no es donde nacieron. La migración forzada afecta a millones de personas, pero, de modo particular, a las más vulnerables: cada vez más tiene cara de mujer y de niño. Estamos ante un proceso de degradación de la vida. Los migrantes en su recorrido son víctimas de estructuras y grupos criminales, hasta de carácter transnacional, que hacen de la desesperación de nuestros hermanos su negocio y profanan la dignidad de hombres y mujeres a través de la trata de personas y muchas otras prácticas que ofenden, indignan y avergüenzan. Esta realidad es un desafío para las comunidades eclesiales en los lugares de partida, de paso y de acogida” .A continuación, vea el informe audiovisual con los hechos más destacados:Descargue aquí la declaración final
Jue 21 Mar 2024
Obispos visitaron a migrantes en el Darién y les llevaron un mensaje del papa Francisco
En el marco del encuentro multilateral que adelantan por estos días las Iglesias de Colombia, Costa Rica y Panamá, los obispos y agentes pastorales participantes, junto a representantes del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral del Vaticano, se desplazaron este miércoles, 20 de marzo, hacia el Vicariato Apostólico del Darién. El punto de llegada principal fue el campamento de Lajas Blancas, ubicado a cerca de cinco horas de Ciudad de Panamá, vía terrestre.Lajas Blancas es la segunda parada que realizan las personas migrantes tras haber sobrevivido a su paso por el temido Tapón del Darién. Estando allí, quedan a la espera de poder conseguir 60 dólares para pagar por un cupo en un bus que los traslade a la frontera con Costa Rica y así, continuar su camino hacia el Norte, generalmente con Estados Unidos como destino final.En este campamento, los representantes de la Iglesia dialogaron, oraron y dieron la bendición a algunos de los migrantes. Además, les llevaron un mensaje especial del papa Francisco. En él, el Santo Padre les expresa su cercanía y les pide que “no se olviden de su dignidad humana, que no tengan miedo de mirar a los ojos porque no son un descarte, sino que también forman parte de la familia humana y de la familia de los hijos de Dios”. Estando en la zona también visitaron el campamento de San Vicente. Allí entregaron kits de aseo y algunos detalles para los niños. El padre Leonidas Moreno, administrador diocesano de Apartadó, jurisdicción a la que toca directamente esta realidad en Colombia, encontró también aquí el rostro del dolor que, en repetidas ocasiones ha tenido que ver en Necoclí, Turbo y poblaciones vecinas, pero también, la crudeza de saber que hay quienes se aprovechan de la situación de los migrantes para hacer negocios de todo tipo. El sacerdote califica esta realidad como una tragedia y a los migrantes, seres humanos que hay que atender y acoger.Aunque el acompañamiento de agentes pastorales en la zona es frecuente, en esta visita, la mayoría de los obispos, por primera vez, vieron de frente la difícil realidad que padecen diariamente cientos de migrantes en su paso por el corredor que conecta a los tres países y que, desde 2015, es escenario de una crisis humanitaria de grandes proporciones.Haití, Ecuador, Chile, Cuba, Nepal, Bangladesh, Pakistán, China y, por supuesto, Venezuela, son solo algunos de los lugares de los que provienen hombres, mujeres y niños en busca de mejores condiciones de vida, un sueño que, a veces, resulta opacado por el dolor, e incluso, la muerte. Uno de los aspectos que más preocupa es el aumento considerable en el número de menores que transitan por esta zona, muchas veces, solos.Según datos de las autoridades de migración de Panamá, a finales de 2023, la totalidad de migrantes que se desplazaron a través del Tapón del Darién alcanzó 520.085, de los cuales, cerca de 120.000 fueron menores de edad, lo que ha representado un incremento de 109% con respecto al 2022. En lo que va corrido del 2024, este flujo ha seguido aumentando, situación que agravaría aún más la crisis. Una realidad que confronta y que duele, pero que también impulsa a la Iglesia a seguir trabajando de manera conjunta y activa bajo esta misión. Así lo indicó el padre Rafael Castillo Torres, director del Secretariado Nacional de Pastoral Social-Cáritas colombiana.Tras esta visita, los participantes del encuentro continuarán este jueves en Ciudad de Panamá analizando el fenómeno de la migración y la atención que hasta hoy ha brindado la Iglesia. El turno será para los representantes de las pastorales sociales y de movilidad humana de los tres países. El padre Rafael Castillo presentará los datos de Colombia. Monseñor Mario de Jesús Álvarez también intervendrá abordando la realidad de Istmina-Tadó y el padre Leonidas Moreno, narrará lo que se vive en el Urabá chocoano y antioqueño.A continuación, vea informe audiovisual con más detalles:
Jue 21 Mar 2024
El papa Francisco designa obispo para la Diócesis de Girardota: el padre Juan Manuel Toro Vallejo
El papa Francisco nombró al padre Juan Manuel Toro Vallejo, miembro del clero de la Diócesis de Sonsón-Rionegro, como nuevo obispo de la Diócesis de Girardota. Así lo dio a conocer la Nunciatura Apostólica en Colombia a primera hora de este jueves 21 de marzo.Esta jurisdicción eclesiástica ubicada en el departamento de Antioquia venía siendo pastoreada desde el año 2010 por monseñor Guillermo Orozco Montoya, quien, al haber cumplido los 77 años de edad, pasará a ser emérito.El padre Juan Manuel nació en Medellín el 9 de mayo de 1959. Después de cursar estudios en la Escuela Superior de Mercadotecnia, ingresó al Seminario Cristo Sacerdote ubicado en el municipio de La Ceja, Antioquia. El 3 de noviembre de 1995 fue ordenado presbítero para la Diócesis de Sonsón-Rionegro.Entre los roles desempeñados durante su ministerio, con un especial énfasis en la formación de futuros ministros ordenados, se destacan:− 1996-1997 Formador del Seminario Intermisional “San Luis Beltrán”, Bogotá− 1998-1999 Formador del Seminario “Cristo Sacerdote”, Yarumal− 1999-2000 Rector del Colegio “Mons. Alfonso Uribe Jaramillo”, Rionegro− 2001-2003 Formador del Seminario “San Pedro Apóstol”, Cali− 2003-2004 Estudios de Espiritualidad con la Compañía de S. Sulpicio, Montreal, Canadá− 2005-2007 Formador del Seminario Diocesano “Nuestra Señora”, de Sonsón – Rionegro.− 2008-2009 Rector del Seminario Diocesano “Nuestra Señora”, de Sonsón – Rionegro− 2010-2017 Rector del Seminario Intermisional “San Luis Beltrán”, Bogotá− 2018-2020 Servicio en la “Pastoral Sacerdotal Diocesana”, La Ceja− 2020-a la Fecha Director de la Asociación Sacerdotal “Siervos del Espíritu Santo”