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La nueva desaladora del Sureste ahorra una cuarta parte de la energía

La Mancomunidad licita este año la ampliación de su instalación en Pozo Izquierdo con el pionero diseño del ITC, presupuestado en 4 millones de euros

El jefe del departamento de Agua  del ITC, Baltasar Peñate  y detrás se observa la desaladora del Sureste, en Pozo Izquierdo.  | | JOSÉ CARLOS GUERRA

El jefe del departamento de Agua del ITC, Baltasar Peñate y detrás se observa la desaladora del Sureste, en Pozo Izquierdo. | | JOSÉ CARLOS GUERRA / Pepa Pallarés

El Sureste de Gran Canaria, fiel a sus premisas de sostenibilidad, reciclaje y ahorro energético a través de energías limpias o desarrollo sostenible global, da un paso de gigante este año. Se trata de la ampliación de su planta desaladora instalada en su buque insignia de la Mancomunidad. Instalada en Pozo Izquierdo, sumará a la capacidad de producción de su desaladora industrial de agua de mar de 33.000 metros cúbicos con 5.000 metros cúbicos más al día. Será un proyecto pionero a nivel mundial. Al año se estima un ahorro económico que se eleva a los 150.000 euros y se benefician los mancomunados, los municipios de Santa Lucía de Tirajana y las villas de Agüimes e Ingenio.

El proyecto piloto del Instituto Tecnológico de Canarias (ITC) en Pozo Izquierdo, Santa Lucía de Tirajana, que fabrica en UTE Elmasa y Canaragua, ha sido la nueva inspiración y respiro para el Sureste. Se trata de un novedoso y pionero plan a nivel mundial a través de sus investigadores del ITC y que ya es una novedad para su aplicación.

Supondrá un ahorro energético que a la larga repercutirá en el gasto. Pasará de 2,4 kWh/m3 hora a los 1,8 kWh/m3, esto es, una cuarta parte, lo que supondrá un ahorro de unos 150.000 euros anuales.

Es un trabajo experimental que hoy día puede revolucionar la tecnología de la desalación por ósmosis inversa a escala mundial en cuanto a ahorro energético y se inicia con una de planta industrial de 2.500 metros cúbicos, una vez ultimados los detalles tecnológicos.

El proyecto revolucionará el sector de la desalación de agua de mar

El Instituto Tecnológico inicia el arranque de su planta piloto este próximo mes de octubre, según adelanta el jefe del departamento de Agua del ITC, Baltasar Peñate Suárez. Será de 2.500 metros cúbicos en el prototipo, un proyecto que ha llevado a la Mancomunidad del Sureste a solicitar la ampliación de la suya 5.000 metros cúbicos mas, que quedarán en 35.000 metros cúbicos. Para el ITC supuso su primer cliente. Y no es el último. Hay más interesados.

La Mancomunidad del Sureste, tras la declaración de impacto ambiental y la autorización del Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria, ya tramitada una fase del estudio económico y de alegaciones, pone en marcha el proyecto piloto del ITC. Evalúa su licitación para este año y el inicio de la obra de su planta en enero. Augura que a primeros de año ya estará en marcha la obra civil para la ampliación y posteriormente, el montaje de la planta. Se prolongará durante unos años.

La experimental instalación vende un ahorro del gasto y promete ser líder mundial «por su bajo consumo energético en el campo de la desalación de agua del mar, que podrá amortizarse en un período de entre nueve meses y un año», especifica el jefe de Agua del ITC.

El diseño experimental de ósmosis inversa con tecnología optimizada en desalación a escala semi-industrial desarrollada por el ITC ha sido posible gracias al proyecto Desalro 2.0, financiado por el Gobierno de Canarias a través de la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información (ACIISI), como parte de la respuesta de la UE a la pandemia, con cargo al Fondo de Ayuda a la Recuperación (React-EU), en el marco del instrumento europeo Next Generation.

Bastidor experimental en fabricación para el ITC.   | | LP/DLP

Bastidor experimental en fabricación para el ITC. | | LP/DLP / Pepa Pallarés

Peñate destaca que la Mancomunidad del Sureste se interesó por la iniciativa piloto del ITC, que promete revolucionar el sector de las aguas de mar desalinizadas. Explica que su proyecto, financiado por el Gobierno canario, ya ha viajado por distintos eventos internacionales para mostrarse. En todos se han convencido de una nueva propuesta para la desalación de agua del mar que lleva sello canario e ideado únicamente en el ITC.

Se ha expuesto en eventos como Aedyr (Asociación Española de Desalación y Reutilización del Agua) , las jornadas de Desarrollo Sostenible organizadas por el Sureste o ferias en Arabia Saudí, «un país líder en este tipo de energías ecológicas pero que no cuentan con esta nueva innovación», apostilla Peñate.

El arranque definitivo de la planta piloto de las instalaciones de Pozo Izquierdo será en octubre. En ese momento, se analizarán y verán los posibles inconvenientes que puedan surgir y los avances serán transmitidos inmediatamente a quienes instalen la novedosa propuesta, pionera a nivel mundial. «No existe ninguna igual en el mundo», reivindica el ingeniero Baltasar Peñate Suárez. La puesta en marcha del proyecto en octubre permitirá palpar de primera mano la posibilidad de variaciones. «Si vemos que algo se puede mejorar, estamos en línea directa con la Mancomunidad para ir aplicando posibles correcciones», reitera el jefe del proyecto.

«No existe ninguna igual en el mundo», asegura el ingeniero Baltasar Peñate Suárez

Componentes clave

El nuevo trabajo es tan novedoso como ideal. Peñate Suárez explica que «hemos usado los componentes que ya existen en el mercado pero los combinamos de manera optimizada. Han sido 150 simulaciones realizadas y esquemas de diseño. Se ha encontrado una combinación de membranas, bombas, secciones de tuberías e hidráulica que da como resultado un desarrollo muy eficiente energéticamente», especifica el jefe del diseño.

En primer lugar, la instalación de ampliación en Arinaga consistirá en la obra civil, pues supone un aumento de la extensión del actual terreno que pueda abarcar la desaladora de 5.000 metros cúbicos. En cuanto a las inversiones, la planta se subvencionará con 2,4 millones y el resto de los cuatro millones, de fondos propios de la Mancomunidad del Sureste irán destinados a la obra civil.

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