Desarrollo nacional en cada una de las categorías de acceso a las TIC

Economías con acceso elevado

Las economías clasificables en este grupo han logrado un alto nivel de acceso a las tecnologías digitales en favor de la mayoría de sus habitantes. En esos países hay una infraestructura suficiente, los precios son asequibles, los niveles de conocimiento elevados y se están desplegando esfuerzos para mejorar la calidad, gracias a la provisión de un acceso más rápido. El criterio esencial que distingue a estos países es la utilización. Esta categoría parece estar más relacionada con las características socioculturales de una población que cualquier otra del IAD. Así por ejemplo, cabe preguntarse por qué motivo la penetración de Internet prevaleciente en Islandia es la más alta del mundo, siendo así que este país no aparece entre los primeros puntuados en cualquier otra categoría del IAD. En este grupo las diferencias de puntaje de los países son tan reducidas que el mínimo cambio que se introduzca en los cálculos puede hacer variar ligeramente el puesto que ocupa una determinada nación. Los cálculos estadísticos se basan en hipótesis generales que en ocasiones no reflejan los hechos subyacentes en cada país, por lo cual pueden afectar adversamente su clasificación. Por ejemplo, naciones tales como Canadá, la República de Corea, Japón y Estados Unidos reciben un puntaje relativamente bajo en cuanto a anchura de banda internacional de Internet per cápita, lo que se explica, entre otras cosas, por el hecho de que, como disponen de un rico contenido nacional, sus usuarios acceden con menor frecuencia a sitios extranjeros. La categoría de utilización fomenta en gran medida a la comparabilidad, ya que en las encuestas de utilización de Internet se consideran de distinta forma los intervalos de edad y la frecuencia del uso.

Hay que indicar que en el grupo de países con un IAD superior a 0,800 figuran principalmente los países nórdicos, a saber, Suecia, Dinamarca e Islandia. La presencia de estas naciones entre las primeras obedece al hecho de que en su región ha sido tradicional insistir en un acceso equitativo, así como en afinidades tecnológicas y una infraestructura excelente. La República de Corea aparece en cuarto lugar, lo que no debe sorprender ya que es el líder mundial en cuanto a penetración de la banda ancha con 21 abonados a la banda ancha por 100 habitantes a fines de 2002. Se trata, por otra parte, de la primera nación que lanzó la telefonía móvil de tercera generación.

El grupo constituido por economías con un IAD elevado es homogéneo, ya que casi todas ellas están situadas en regiones desarrolladas de Europa Occidental, América del Norte, Asia Oriental y el Pacífico. El Fondo Monetario Internacional las clasifica como economías avanzadas, y la única excepción al respecto es Eslovenia, nación de Europa Central que, sin embargo, adoptó en fecha muy temprana estas tecnologías. En efecto, se conectó a Internet en 1992 y su Gobierno patrocinó el acceso a Internet, alentando a muchos eslovenos a conectarse en línea a mediados de los años noventa. Asimismo, el crecimiento de su telefonía móvil fue rápido y sus niveles de alfabetización e inscripción escolar son muy semejantes a los que prevalecen en los miembros de la Unión Europea. El establecimiento de un Ministerio de la Sociedad de la Información y la liberalización en curso de su mercado de telecomunicaciones, son prueba de que Eslovenia puede aumentar en los próximos años su nivel de acceso digital.

Economías con acceso medio alto

Los países comprendidos en este grupo han logrado un nivel aceptable de acceso en favor de la mayoría de sus habitantes. Lo que hace que este grupo no aparezca entre los países con el IAD más elevado son las insuficiencias que se registran en una u otra categoría. Por ejemplo, en algunos de estos países la disponibilidad de estructura es apreciable pero la disponibilidad resulta baja. El análisis de los valores correspondientes a una determinada categoría puede resultar útil para los formuladores de políticas que intentan descubrir los ámbitos del acceso a la sociedad de la información en que sus países acusan deficiencias.

Este grupo de IAD medio alto está integrado en su mayoría por países de Europa Central y Oriental, el Caribe, los Estados del Golfo y naciones con economías emergentes de América Latina. Muchos de estos países están muy interesados en las TIC como motor del desarrollo. En Europa Central y Oriental este interés viene reforzado por las tendencias de la Unión Europea y los objetivos TIC que la Unión fija a los países que desean convertirse en miembros. Las naciones del Caribe conceden especial importancia al potencial de las industrias TIC para generar crecimiento económico, y están especialmente interesadas en promover una industria de programas informáticos y de apoyo con servicios TIC para impulsar la subcontratación por parte de los países desarrollados, ya que, a su juicio, cuentan para ello con puntos fuertes: su situación como naciones insulares, una población que habla inglés, ciertos conocimientos especializados e infraestructuras de buena calidad. Otros gobiernos de países con IAD medio alto están emprendiendo importantes proyectos TIC como la Ciudad Internet de Dubai en los Emiratos Árabes Unidos (la nación árabe con el mayor IAD), el Super Corredor Multimedios en Malasia (la nación asiática en desarrollo mejor clasificada) y la Ciber Ciudad de Mauricio (que, junto con Seychelles, es la nación con el IAD más elevado de África).

Se trata, pues, de un grupo de países con una apreciable capacidad de competencia, que en su mayoría pretenden pasar al nivel superior digital. Algunos de estos países están deseosos de dar ese paso, ejecutando ambiciosos proyectos públicos, mientras que otros esperan que la liberación de sus mercados sirva para ello. La mayoría de estas naciones se encuentran combinando ambos métodos. Lo que resulta claro es que en este grupo quien adopte una actitud complaciente corre el riesgo de quedar rezagado. El IAD constituye un útil instrumento de medición para evaluar los progresos de este grupo en los años próximos.

Economías con acceso medio bajo

El mayor obstáculo con que tropiezan estos países para conseguir un mayor acceso digital es una infraestructura insuficiente. Situados esencialmente en América Latina y Asia Suroriental, y algunos de ellos en África, incluida África del Norte, y el Medio Oriente, los países incluidos en este grupo se verían beneficiados si procedieran a liberalizar más sus mercados TIC para atraer más inversores.

Es digno de mención la presencia de tres países menos adelantados (PMA) en este grupo (Cabo Verde, Maldivas y Samoa), así como señalar que los dos primeros han privatizado parcialmente a sus operadores de telecomunicaciones, lo que ha llevado al aumento del acceso a sus redes. En Cabo Verde, más del 90 % del país está cubierto por la telefonía móvil celular, mientras que en Maldivas todos los habitantes tienen a su disposición a corta distancia un teléfono. Lo que estos países necesitan es aprovechar sus logros infraestructurales para promover el acceso digital y hacer que un mayor porcentaje de su población se conecte en línea, entre otras cosas, fomentando la capacitación y la sensibilización y lanzando servicios innovadores.

UIT 030159/M. Minges

Perú ha obtenido una puntuación elevada pese a una infraestructura relativamente insuficiente. En efecto, se encuentra situado entre dos países que tienen una tasa de penetración telefónica dos veces mayor. Esto se explica por el hecho de que Perú cuenta con un buen acceso a Internet, en comparación con otros países de su grupo, debido a una amplia oferta de cibercafés para sus ciudadanos. Esto contribuye a elevar el nivel de utilización en Perú y contribuye así a compensar sus bajos valores en otras categorías.

UIT 030157/M.Minges

Otros países intentan obtener el mismo éxito que Perú en cuanto al acceso masivo a Internet. Por ejemplo, en enero de 2002 Egipto introdujo acceso “gratuito” a Internet, por lo cual los usuarios dejaron de abonar tasas a los proveedores de acceso a Internet y pasaron a pagar sólo una tarifa nominal por la utilización del teléfono, lo que ha hecho que Egipto cuente con uno de los niveles de precios para el acceso a Internet más bajos del mundo, aspecto que queda reflejado en su puntuación dentro de la categoría de asequibilidad incorporada a su IAD. En Túnez todas las escuelas de enseñanza secundaria y terciaria se encuentran conectadas a Internet y está previsto conectar también a los establecimientos de enseñanza primaria. Hay, por otra parte, 280 lugares de acceso público y el Gobierno espera que su expansión multiplique por seis el número de usuarios de Internet, que pasaría así de medio millón a fines de 2002 a tres millones al terminar 2006. Esto impulsaría el IAD de Túnez, situando así a este país sólo un poco por debajo de los que tienen un nivel de acceso elevado, y quizás esforzándose un poco más, Túnez podría alcanzar ese nivel en 2005, año en que será el anfitrión de la segunda fase de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información.

Economías con acceso bajo

Las naciones pertenecientes a este grupo, la mayoría de ellos países menos adelantados (PMA), son las más pobres del mundo, por lo cual su ingreso a la sociedad de la información es mínimo y la insuficiencia de acceso digital representa una más de sus carencias, junto con la pobreza, el hambre y la inatención de necesidades humanas básicas como una buena vivienda, agua potable y una atención de salud adecuada. Aparte de una infraestructura de comunicaciones muy deficiente, un factor que casi todos los países de este grupo comparten son precios de acceso relativamente elevados. En la mayoría de estas naciones una hora de acceso diario a Internet sobrepasa el ingreso medio por día de sus habitantes. Es poco probable que estas naciones accedan a la sociedad de la información, a menos de que estos precios se reduzcan considerablemente, lo que debería ser, por ende, uno de los objetivos primarios de la asistencia al desarrollo, especialmente si se tiene en cuenta que una mayor utilización de las TIC en dichas naciones podría contribuir a lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas.

Una de las causas de los altos precios de acceso a Internet en este grupo de países son los precios relativamente altos que pagan sus ciudadanos para procurarse conexiones internacionales Internet al por mayor, lo que obedece, a su vez, al hecho de que se ven obligados a pagar el coste íntegro de estas conexiones, pese a que el país situado en el otro extremo del enlace obtenga beneficios por ello. Entre los factores que han dado lugar a esta situación, cabe citar los elevados precios que reducen la competencia interna, la falta de centrales de tráfico y pequeñas economías de escala. Los países sin litoral experimentan desventajas aún mayores, ya que sus opciones de conectividad internacional se reducen al satélite.

Aunque todos los países de este grupo se ven aquejados por tasas de comunicación elevadas, en lo que respecta a otras categorías del IAD, especialmente el conocimiento, existen apreciables variaciones entre ellos. De hecho, la clasificación de un país de este grupo obedece sobre todo a su nivel de alfabetización y de inscripción escolar, lo que sugiere que existe un considerable potencial en las naciones que cuentan con los mayores niveles de conocimiento, siempre y cuando se allanen otros obstáculos. En este sentido, hay que comparar, por ejemplo, a Siria con Zimbabwe, dos de las economías mejor puntuadas del grupo. La penetración de Internet en Zimbabwe es tres veces mayor que en Siria y uno de los motivos que subyacen en esta situación es que Zimbabwe tiene un nivel de conocimientos más elevado —de hecho, su tasa de alfabetización es la más elevada de África— lo que constituye una condición indispensable para lograr un acceso digital más elevado. Si Zimbabwe contara con las infraestructuras de Siria, no pasaría de ocupar un lugar medio en cuanto al IAD. Por el contrario, si Siria tuviera el nivel de alfabetización de Zimbabwe, se situaría también en un lugar medio por IAD. De ahí, que este índice contribuya a definir diferentes soluciones para resolver el problema que suscita un bajo nivel de acceso digital en dos países distintos.